El mundo se va a acabar. Aquí lo dice.
Hasta hace poco tiempo, a nadie se le había ocurrido buscar asteroides cerca de la tierra: de esos suficientemente grandes para destruir una ciudad, en el mejor caso; un país, en el intermedio; o la vida dominante en el planeta, en el peor caso para nosotros y el mejor para las cucarachas.
La NASA se resistía a buscar asteroides cercanos a la Tierra, hasta que cedió a la insistencia de algunos científicos renegados. Lo que pasó después se ve en esta gráfica:
En cuanto se les ocurrió buscar, encontraron. Muchísimos. Y como no han dejado de buscar, el número sigue creciendo; rápidamente.
La buena noticia, :)
Los rojos, como 750, son planet killers (buen nombre para banda de metal, por cierto). Haz de cuenta que eres un tiranosaurio (o un braquiosaurio, depende de tu humor y de con cuántas tortas de tamal hayas acompañado tu atole matutino) y la Tierra es hoy hace 65 millones de años.
Si uno de esos cae y te enteras con suficiente antelación, lo mejor que puedes hacer es viajar hacia el lugar del impacto. Así garantizas una muerte instantánea (¿algún físico o ingeniero sabe cuánto tarda un ser humano en evaporarse a 4000° C?) y seguramente un espectáculo precioso.
Si lo tuyo es lo darkie, vete al lado contrario a la explosión. Te espera un invierno nuclear, la lenta extinción de casi toda la vida animal y vegetal y, si el asteroide cae en una zona con cierta composición geológica, puede llover ácido. Sulfúrico, por ejemplo. En ese caso, que tu paraguas mejor no sea de los de a veinte varos. ¿Singing in the rain? Si quieres, pero acabarás sonando como Danny Filth en un mal día.
Hasta hace poco tiempo, a nadie se le había ocurrido buscar asteroides cerca de la tierra: de esos suficientemente grandes para destruir una ciudad, en el mejor caso; un país, en el intermedio; o la vida dominante en el planeta, en el peor caso para nosotros y el mejor para las cucarachas.
La NASA se resistía a buscar asteroides cercanos a la Tierra, hasta que cedió a la insistencia de algunos científicos renegados. Lo que pasó después se ve en esta gráfica:
En cuanto se les ocurrió buscar, encontraron. Muchísimos. Y como no han dejado de buscar, el número sigue creciendo; rápidamente.
La buena noticia, :)
Los rojos, como 750, son planet killers (buen nombre para banda de metal, por cierto). Haz de cuenta que eres un tiranosaurio (o un braquiosaurio, depende de tu humor y de con cuántas tortas de tamal hayas acompañado tu atole matutino) y la Tierra es hoy hace 65 millones de años.
Si uno de esos cae y te enteras con suficiente antelación, lo mejor que puedes hacer es viajar hacia el lugar del impacto. Así garantizas una muerte instantánea (¿algún físico o ingeniero sabe cuánto tarda un ser humano en evaporarse a 4000° C?) y seguramente un espectáculo precioso.
Si lo tuyo es lo darkie, vete al lado contrario a la explosión. Te espera un invierno nuclear, la lenta extinción de casi toda la vida animal y vegetal y, si el asteroide cae en una zona con cierta composición geológica, puede llover ácido. Sulfúrico, por ejemplo. En ese caso, que tu paraguas mejor no sea de los de a veinte varos. ¿Singing in the rain? Si quieres, pero acabarás sonando como Danny Filth en un mal día.
La mala noticia, :(
30 de junio no se olvida. Los planet killers son la menor de nuestras preocupaciones. Los más o menos 4250 objetos restantes no alcanzan a destruir toda la tierra, pero sí un país pequeño o una ciudad o... depende de la suerte. Son muchísimos. No son tan grandes como para que la NASA los descubra todos y pueda rastrearlos con anticipación; quizá en este momento algún meteoro no registrado se dirige a una ciudad cuyos habitantes comen y trabajan y ven la tele y cogen taaan tranquilos; como no lo harán mañana, cuando sean reducidos a polvo de estrellas. Cuando digo "una ciudad", incluyo por supuesto la tuya y la mía.
30 de junio no se olvida. Los planet killers son la menor de nuestras preocupaciones. Los más o menos 4250 objetos restantes no alcanzan a destruir toda la tierra, pero sí un país pequeño o una ciudad o... depende de la suerte. Son muchísimos. No son tan grandes como para que la NASA los descubra todos y pueda rastrearlos con anticipación; quizá en este momento algún meteoro no registrado se dirige a una ciudad cuyos habitantes comen y trabajan y ven la tele y cogen taaan tranquilos; como no lo harán mañana, cuando sean reducidos a polvo de estrellas. Cuando digo "una ciudad", incluyo por supuesto la tuya y la mía.
La noticia de espectáculos, :o
¿Viste Armageddon? ¿Viste Impacto Profundo? ¿Tengo que decirte que lo que hacen ahí son mamadas?
...
Ah, menos mal.
Porque preparar una expedición hacia un asteroide no-es-enchílame-otra, es crear la tecnología capaz de ir a destruirlo o desviarlo, entrenar a la gente, conseguir el apoyo internacional... un desmadre que no se resuelve en lo que Bruce Willis se faja los pantalones. Es posible desviar un planet killer... siempre y cuando no apareza mañana o este mes o este año y siempre y cuando los políticos gringos decidan darle recursos a la NASA para desarrollar la tecnología.
La noticia científica, ;)
La probabilidad de que un asteroide nos mate es pequeña. No tanto para ser desdeñable, pero no es algo que pasará mañana. Puede decirse con casi absoluta certeza que lo más seguro es que antes muramos todos a causa del crimen, el cáncer, la diabetes y linduras menos impresionantes.
Según explican en el artículo en que me basé para este post (en esta parte), las rocotas ésas tienen que pasar por un punto en el espacio muuuuy pequeño para ser atraídas por la gravedad de la tierra. Por eso, aunque son muchos, es difícil que mañana el encabezado del periódico sea ¡ACHICHARRADOS!; también por eso es fácil desviarlos, no se requiere mandar a Liv Tyler a poner bombas atómicas al espacio.
Pero, citando al mismo artículo, está bien que sea tan improbable como morir en un avión; lo malo es que todos compramos boleto para el mismo viaje.
Así que si quieres emoción, olvida el final de temporada de Desperate Housewives, añade este enlace a tus favoritos y disfruta del pinball espacial donde el premio es seguir comiendo y trabajando y cogiendo y viendo la tele y así y el castigo es volver a ser polvo de estrellas.
No olvides calificar este artículo, plis
¿Viste Armageddon? ¿Viste Impacto Profundo? ¿Tengo que decirte que lo que hacen ahí son mamadas?
...
Ah, menos mal.
Porque preparar una expedición hacia un asteroide no-es-enchílame-otra, es crear la tecnología capaz de ir a destruirlo o desviarlo, entrenar a la gente, conseguir el apoyo internacional... un desmadre que no se resuelve en lo que Bruce Willis se faja los pantalones. Es posible desviar un planet killer... siempre y cuando no apareza mañana o este mes o este año y siempre y cuando los políticos gringos decidan darle recursos a la NASA para desarrollar la tecnología.
La noticia científica, ;)
La probabilidad de que un asteroide nos mate es pequeña. No tanto para ser desdeñable, pero no es algo que pasará mañana. Puede decirse con casi absoluta certeza que lo más seguro es que antes muramos todos a causa del crimen, el cáncer, la diabetes y linduras menos impresionantes.
Según explican en el artículo en que me basé para este post (en esta parte), las rocotas ésas tienen que pasar por un punto en el espacio muuuuy pequeño para ser atraídas por la gravedad de la tierra. Por eso, aunque son muchos, es difícil que mañana el encabezado del periódico sea ¡ACHICHARRADOS!; también por eso es fácil desviarlos, no se requiere mandar a Liv Tyler a poner bombas atómicas al espacio.
Pero, citando al mismo artículo, está bien que sea tan improbable como morir en un avión; lo malo es que todos compramos boleto para el mismo viaje.
Así que si quieres emoción, olvida el final de temporada de Desperate Housewives, añade este enlace a tus favoritos y disfruta del pinball espacial donde el premio es seguir comiendo y trabajando y cogiendo y viendo la tele y así y el castigo es volver a ser polvo de estrellas.
No olvides calificar este artículo, plis
No hay comentarios:
Los comentarios nuevos no están permitidos.