Leo por acá que en el norte de California un científico loco y un chairo del chupe producen cerveza fermentada con levadura extraíada, a la Jurassic Park, de ámbar de 45 millones de años. Muero por una.
Nada me hace más feliz que los objetos simples, inútiles y curiosos. Soy orgulloso poseedor de una geoda, un cactus huichol con coloritos viajosos, un insecto de cuerda que saca chispas cuando camina y puede subir y bajar obstáculos, una fascinante lámpara de lava, un ídolo maorí que presidió la matanza de moas en Aotearoa, un libro antiguo llamado "Methods for weed control" que transformaré en stash secreto cuando tenga tiempo, un calcetín verde para guardar el ipod, guías turísticas de lugares a los que todavía no voy (se leen mejor que la literatura de viajes; de niño mi abuelo me regalaba las revistas de Mexicana, los VTP traían fotos de lugares alucinantes - que, por cierto, acabé por conocer. Por eso a ratos la vida me parece tan aburrida), un inerte cuarzo, una caja de aretes donde creció una amatista, un diente de tiburón, (posiblemente extraído del brazo de un explorador submarino), dos amonitas con certificado de autenticidad, muchos euros diferentes, una playera que no me queda de "San Cauhtemoc Blanco, de jugadas divinas, llévanos al mundial, con una cuauhtemiña", y tantos mapas, guías, boletos de metro, tarjetas telefónicas, basura y legos que se pudrirán antes de que me tome el tiempo de clasificarlos.
Si viviera en el siglo XIX y pudiera escoger dónde y cómo nacer, elegiría ser monarca déspota de algún país asiático - tráiganme a esa jovencita y córtenle la cabeza a ese tipo, por feo. Y de cenar quiero pizza. Y si no saben qué es eso y no la consiguen, sus esposas perderán la cabeza. Pero si esa posición ya estuviera tomada, me conformaría con ser explorador inglés, de esos que hábilmente cambiaban armas y opio por esculturas de oro antiquísimas, piezas del partenón, esculturas milenarias y control irrestricto sobre los nativos ignorantes.
Hablando un poco en serio, creo (nótese el creo antes de que lleguen a reclamar mi desconocimiento de la obra de, omm, Bulmaro Reyes Coria, expertísimo en viajeros ingleses) que son esos turistas gandallas los que inventaron el aprecio por las culturas extranjeras. Cien años después, países de todo el mundo le reclaman al British Museum cosas como "pinches ingleses, devuélvanos las vestimentas ancestrales del Rey Butaramunda III". La respuesta de los ingleses, gandalla pero cierta es: "me las cambiaste por un juego de tenedores y treinta bárriles de pólvora y AHORA RESULTA que siempre no. Si no lo apreciaste cuando lo tenías, ya valiste. JA." (Lo cual tampoco es completamente cierto, los griegos dicen que las piezas del Partenón se las robó LordNo Sé Quién Elgin. El British Museum, con humor de Monty Python, les responde que si se ponen muy técnicos Lord No Sé Quién Elgin sí las sacó de Grecia sin permiso... después de levantarlas del suelo de la Acrópolis, donde llevaban mil años acumulando polvo, musgo y el desdén de los nativos. Así que ni madres, las tuvieron mil años y no las quisieron, y ahora resulta).
En conclusión: necesito una cerveza prehistórica o una vieja. Estoy, por mucho, más cerca de conseguir lo primero que lo segundo; pero no pierdo la esperanza.
La palabra del día: nativo. Combínese con déspota para mayor efecto cómico. Combínese con ignorante o incivilizado para irritar conciencias new age (me han reclamado en repetidas ocasiones usar la figura "en el Starbucks de Tamaulipas," que porque yo voy al Starbucks cada que puedo. Pues, duh, por eso sé de lo que hablo. Y yo nunca dije que fuera consecuente ni que tenga valores hippies ni que me importen los nativos ignorantes e incivilizados).
Me duele la panza, soñé que volaba y que si no escribía un post iban a llover donas con chispitas azules. No fuera a ser la de malas.
Ningún Bulmaro Reyes Coria fue lastimado durante la confección de este post. Después de todo, su versión español-latín de la Retórica de Cicerón es la obra más farolísima de mi biblioteca. Todos deberían tener una para impresionar a sus amiguitos del Starbucks de Tamaulipas.
Nada me hace más feliz que los objetos simples, inútiles y curiosos. Soy orgulloso poseedor de una geoda, un cactus huichol con coloritos viajosos, un insecto de cuerda que saca chispas cuando camina y puede subir y bajar obstáculos, una fascinante lámpara de lava, un ídolo maorí que presidió la matanza de moas en Aotearoa, un libro antiguo llamado "Methods for weed control" que transformaré en stash secreto cuando tenga tiempo, un calcetín verde para guardar el ipod, guías turísticas de lugares a los que todavía no voy (se leen mejor que la literatura de viajes; de niño mi abuelo me regalaba las revistas de Mexicana, los VTP traían fotos de lugares alucinantes - que, por cierto, acabé por conocer. Por eso a ratos la vida me parece tan aburrida), un inerte cuarzo, una caja de aretes donde creció una amatista, un diente de tiburón, (posiblemente extraído del brazo de un explorador submarino), dos amonitas con certificado de autenticidad, muchos euros diferentes, una playera que no me queda de "San Cauhtemoc Blanco, de jugadas divinas, llévanos al mundial, con una cuauhtemiña", y tantos mapas, guías, boletos de metro, tarjetas telefónicas, basura y legos que se pudrirán antes de que me tome el tiempo de clasificarlos.
Si viviera en el siglo XIX y pudiera escoger dónde y cómo nacer, elegiría ser monarca déspota de algún país asiático - tráiganme a esa jovencita y córtenle la cabeza a ese tipo, por feo. Y de cenar quiero pizza. Y si no saben qué es eso y no la consiguen, sus esposas perderán la cabeza. Pero si esa posición ya estuviera tomada, me conformaría con ser explorador inglés, de esos que hábilmente cambiaban armas y opio por esculturas de oro antiquísimas, piezas del partenón, esculturas milenarias y control irrestricto sobre los nativos ignorantes.
Hablando un poco en serio, creo (nótese el creo antes de que lleguen a reclamar mi desconocimiento de la obra de, omm, Bulmaro Reyes Coria, expertísimo en viajeros ingleses) que son esos turistas gandallas los que inventaron el aprecio por las culturas extranjeras. Cien años después, países de todo el mundo le reclaman al British Museum cosas como "pinches ingleses, devuélvanos las vestimentas ancestrales del Rey Butaramunda III". La respuesta de los ingleses, gandalla pero cierta es: "me las cambiaste por un juego de tenedores y treinta bárriles de pólvora y AHORA RESULTA que siempre no. Si no lo apreciaste cuando lo tenías, ya valiste. JA." (Lo cual tampoco es completamente cierto, los griegos dicen que las piezas del Partenón se las robó Lord
En conclusión: necesito una cerveza prehistórica o una vieja. Estoy, por mucho, más cerca de conseguir lo primero que lo segundo; pero no pierdo la esperanza.
La palabra del día: nativo. Combínese con déspota para mayor efecto cómico. Combínese con ignorante o incivilizado para irritar conciencias new age (me han reclamado en repetidas ocasiones usar la figura "en el Starbucks de Tamaulipas," que porque yo voy al Starbucks cada que puedo. Pues, duh, por eso sé de lo que hablo. Y yo nunca dije que fuera consecuente ni que tenga valores hippies ni que me importen los nativos ignorantes e incivilizados).
Me duele la panza, soñé que volaba y que si no escribía un post iban a llover donas con chispitas azules. No fuera a ser la de malas.
Ningún Bulmaro Reyes Coria fue lastimado durante la confección de este post. Después de todo, su versión español-latín de la Retórica de Cicerón es la obra más farolísima de mi biblioteca. Todos deberían tener una para impresionar a sus amiguitos del Starbucks de Tamaulipas.
Maaaaw yo quería donas con chispitas azules... Pero sí, me gustó más tu post. Mucho mucho.
ResponderEliminarYo soñé que iba camino al desierto del Sahara y que mi camello no podía andar y para alentarlo, le enseñaba una foto de Megan Fox...¿Eso que significa?
Un saludo y sigo por la izquierda¿eh?
jajajajajajajajaja estraia bueno probar una cervecita asi... si te conformar podria invitar una cerveza alema es lo mas que puedo hacer por ti cuidate
ResponderEliminarPffff!! Una vez en x estancia en CalTec, conocí a un estudiante de pos-doc Ruso de 27 años (yo tenía 26, jijiji) que trabajaba con la teoría cuántica para hacer que los rayos laser en los conciertos de Death-Metal (género musical de su preferencia) se vieran mejor, pfff!!
ResponderEliminarEso es hacer ciencia para vanalidades, ahahaha.
Por otro lado, si fueras un "monarca déspota" y .... "córtenle la cabeza, por feo", tendrías que suicidarte cabrón!!! Eres HO-RRI-BLE, jijiji. Nada personal, sólo que tienes cara de PIPOPE.
Además, los tipos chaparros, pelos tiesos, feos y escolarmente mediocres tienen un perfil de personalidad muy característico... como el tuyo, ahahaha.
Saludazos y los pixies tuvieron, a título personal, 3 buenas rolas. En fin, eso dice mucho -además- de tus conocimientos musicales, jiji.
¡mi primer troll! estoy orgullosísimo. :')
ResponderEliminarPinche wee, a veces pienso que te pasas de friki... y luego me veo al espejo y veo que no. xD
ResponderEliminarkthxbye
Te entiendo perfectamente; yo tengo una pistola leuchfaus de dos tubos que mi abuelo le quito a un ladron corso que trato de asaltarlo en Ostia. La historia debio ser inventada pero ahi esta la pistola para desmentir cualquier duda, como la lanza de longino desmiente la crusifixion.
ResponderEliminaren fin, todo es un asunto de reliquias y relicarios.
saludos.
Una de mis posesiones mas preciadas es un colmillo de jaguar q cazo mi abuelito en tierras chiapanecas, a los seis años era mi orgullo y lo llevaba a la escuela a presumir pero nadie creía q era de verdad:-(
ResponderEliminarLuego nació mi conciencia ecologista y bueeeno. Ya no lo muestro pero sigue siendo todo un tesoro.
jaja nice.
ResponderEliminarOye, hay como cierta culpa histórica hacia la situación de los indígenas.
Has leído "las mentiras de mis maestros" de Luis Gonzalez de Alba al respecto? Te echas para atrás!.
Saludos