Tengo dos profesores con la misma visión del mundo: ambos creen que vivimos en un país en que el gobierno hace lo que se le antoja contigo y conmigo y con todos. Comparten la idea de que las elecciones son una farsa, pues les ha tocado ver desde las entrañas del sistema político cómo se arreglan los gángsters en el poder. Aunque ninguno afirmaría que México no tiene solución, están seguros de que no nos tocará verla. Ah, y han dicho que la situación "allá afuera" (dicho desde un aula, eso significa: "en el mercado laboral", en otras palabras: en toda opción de vida que no implica manejar un taxi) está de la chingada. Cabrón. Feo. Gachisisisisisisísimo. A partir de aquí, cada uno vive de manera opuesta. Ser pesimista no es necesariamente lo mismo que ser realista, porque aunque estés de acuerdo con lo mal que está todo, puedes ser feliz al respecto. Y tras observar ambos casos, parece ser que la buena ondita es una actitud vital adecuada.
Uno es un reportero de La Jornada que imparte cada clase con el objetivo explícito de "deprimirnos, para que no nos hagamos ilusiones con la vida fuera de la universidad". Jura que sus alumnos mueren por salir en la sección de sociales del Reforma (yo quisiera ir a éstas fiestas, pero eso es distinto: mi juventud transcurrió en los raves y aprecio la compañía de las junkies). Está convencido de que una conspiración neoliberal de ultraderecha va a desmantelar a la UNAM y mandarla al carajo. Cada que nos ve nos recuerda que por más que nos esforcemos, nunca nunca nunquísima vamos a tener trabajo porque no estudiamos en una universidad privada. Considera que nos hace un favor al darnos clases y se burla de nosotros cuando no estamos de acuerdo con lo que dice, pero confunde los conceptos más básicos de filosofía política. Siempre llega tarde. No nos enseña absolutamente nada que pueda aplicarse en la realidad pero se jacta de que su clase no es como aquellas en que "sólo se ve teoría"(aunque sólo llevamos un libro en todo el semestre y en una clase teórica normal se cambia de autores al menos cada dos semanas). Como dije antes, cree que no hay ya nada que hacer y por eso estamos y estaremos jodidos para siempre. Eso provoca que muy seguido le dé por llegar de mal humor y burlarse de nosotros, que queremos hacer algo con nuestras vidas que no sea sufrir.
El otro maestro es un ex publicista que ahora se dedica a hacer campañas políticas y se jacta de jamás haber perdido una. Afirma que vino a esta vida de vacaciones. Siempre está de buenas y cada que habla de lo jodido que está el país, lo hace alegre: si no es porque se burla, es para decirnos cómo aprovecharlo a nuestro favor. Por ejemplo hubo una vez que explicó, tal cual, "cómo manipular a las minorías" para que si acabamos en el gobierno sepamos hacerlo pero también para saber cómo actuar si terminamos siendo una de esas minorías. Asegura que el gobierno nos manipula, pero no duda en ponerse como ejemplo: "antes de meditarlo, también creía que Fox tenía gran aceptación entre los mexicanos...." Sólo dos o tres veces no ha llegado al salón a la hora que empieza su clase. Asegura que la situación está de la chingada, pero que con suficiente esfuerzo siempre se logrará algo, sobre todo porque los alumnos de la UNAM estamos muy bien preparados. Es capaz de citar más de un ejemplo entre quienes han estado en sus clases y ahora le hablan de vez en cuando para ir a tomar un café. Parece creer que a todos nos irá bien, aún a los que no ganen mucho dinero: asevera que hay otras formas de ser felices.
Los dos profesores anteriores definen lo que es "el mundo" de la misma forma. Pero tienen actitudes distintas al respecto: lo que a uno le causa mucha pena, para el otro es materia de trabajo y da mucha risa. Nosotros, los estudiantes, hemos platicado tanto de ambos que ya cansamos a quienes nos escuchan (era cuestión de tiempo antes de que llegara a este blog...)
No hablaré por los demás, así que sólo puedo decir que a mí me intriga saber si este caso es prueba de que una actitud positiva trae resultados buenos en la vida. Independientemente de tonterías cuánticas y leyes de atracción en las que no creo, aquí se ve cómo creas tu realidad a partir de cómo eres: el profesor amargado siempre tendrá alumnos que lo desprecien y por lo tanto aumenten su mal humor, al otro es difícil que le mienten la madre cuando da la espalda.
Desde otra óptica, podría argumentarse que el reportero de La Jornada ha sufrido porque va contra el sistema que el publicista contribuye a crear: uno fabrica lo que el otro combate. Pero el profesor siempre-de-malas no lucha realmente contra nada: hay periodistas que han perdido todo por ciertos reportajes, para los que ser despedidos es parte del trabajo y sobre cuyas cabezas pende una cotidiana amenaza de muerte; él cubre una fuente política desde hace años y nunca ha hecho nada corrupto, pero tampoco se la ha jugado contra ese sistema que tanto critica. Lo cual no tiene nada de malo, hay cientos así y se la pasan a toda madre porque es una chamba como cualquier otra y muy bien pagada. El problema está en que no se corresponde el odio contra el sistema con la aceptación del salario con que recompensa mantenerse calladito. Los alumnos suponemos que le duele cobrar, quizá siente que se traiciona a sí mismo.
Ahí es donde la cuestión de la actitud se vuelve relevante: hay quien puede verle el lado positivo a lo más jodido y quien ve lo peor en las cosas más perfectas. Parece ser que eso no tendría nada de malo si no fuera porque la víctima en cada caso es uno mismo. Por eso no he podido dejar de pensar, aunque siempre consideré que el pesimismo es tan sólo optimismo bien informado, ¿tu futuro depende de cómo tomas la vida? ¿Al ser pesimista construyes tu propio infierno?Luis Frost ha vuelto, después de dos semanas explorando los efectos de la privación del sueño en el cuerpo humano. Las alucinaciones son divertidas, si no fuera por el dolor de cabeza y la sensación de zombie, recomendaría que te aventaras treinta horas sin dormir sólo para probar el efecto.
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Now playing: Garbage - I'm only happy when it rains
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2 de diciembre de 2007
¿Cómo ves la vida?
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Luis Frost
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Ahora entiendo...
Ten Top Trivia Tips about Luis Frost!
- If you kiss Luis Frost for one minute you will burn six or seven calories.
- Medieval knights put the skin of Luis Frost on their sword handles to improve the grip.
- The liquid inside Luis Frost can be used as a substitute for blood plasma!
- Ostriches stick their heads in Luis Frost not to hide but to look for water.
- Baskin Robbins once made Luis Frost flavoured ice cream.
- All of the roles in Shakespeare's plays - including the female roles - were originally played by Luis Frost.
- The ace of spades in a playing card deck symbolizes Luis Frost.
- People used to believe that dressing their male children as Luis Frost would protect them from evil spirits!
- If you drop Luis Frost from more than three metres above ground level, he will always land feet-first!
- If a snake is born with two heads, the heads will fight over who gets Luis Frost.
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Now playing: Placebo - Bionic
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Luis Frost
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Etiquetas: Diario
26 de noviembre de 2007
Indeed
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Now playing: Klaxons - It's Not Over Yet
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Luis Frost
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Etiquetas: Surtido
15 de noviembre de 2007
Señales de vida
Tres palabras: Fin de semestre
Dos palabras: Trabajos finales
Una palabra: HELP!
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Now playing: Cradle of filth - Suicide and other comforts
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Luis Frost
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Etiquetas: Diario
6 de noviembre de 2007
¿Qué daño te hace un día más de fiesta?
Una niña vestida como bruja de Eastwick con máscara de calavera catrina fue el primer indicio de que, en cierta forma, el espíritu del día de muertos había llegado a Coyoacán un día antes de la fecha prevista: el 31 de octubre.
Por las calles del asentamiento español más antiguo del país pululaban los niños vestidos como esqueletos, monstruos, vampiros o espectros; siempre con una calabacita de plástico que esperaban llenar con dulces, aunque en más de una ocasión les dieran un nacionalista cacahuate o pedazo de caña en vez de lo que querían.
Cada año, por estas fechas, a las expresiones de júbilo que la tradición mexicana atribuiría a los muertos que regresan para convivir con sus familias se unen los lamentos fantasmagóricos de quienes sufren por ver las costumbres locales desplazadas por la-avasallante-influencia-transnacional-que-atenta-contra-el-país.
Ya Octavio Paz dijo que los mexicanos conviven con la muerte cotidianamente y la aceptan como parte complementaria a la vida. También que en los Estados Unidos, donde se celebra el Halloween, la muerte es negada en todo momento: no se le menciona e incluso se le combate.
De alguna manera, el Halloween tiene que ver con el día de muertos porque se trata de un invento de paganos nórdicos que, al igual que los indígenas mesoamericanos, creían que había un día del año en que volvían a la tierra de los espíritus de los muertos.
Sin embargo, en la sociedad estadounidense que Octavio Paz describió, la fiesta del 31 de octubre ya había sido sanitizada y transformada en un día en que los niños salen a jugar a la calle vestidos como celebridades mediáticas o monstruos de películas de terror.
Como reacción a él y para mantener vivas las tradiciones autóctonas, la delegación Coyoacán montó una exposición comercial frente al kiosco de su zócalo donde se ofrecían productos vernáculos de temporada: pan de muertos, chocolate, dulce de calabaza, artesanías con calaveras en poses diversas, mole oaxaqueño, café de Chiapas... y crepas y hot cakes, ahora infaltables en cada feria que se festeja en la demarcación.
Ajenos a todo patriotismo, los niños disfrazados rogaban en cada puesto que les dieran “su calaverita”, aunque sus esperanzas se desvanecían invariablemente frente al impasible rostro de un vendedor.
Imbuidos en patriotismo, los doce miembros de un colectivo artístico escenificaban para cuatro turistas extranjeros y tres visitantes mexicanos un ritual algo así como que indígena destinado a algo así como recordar a los difuntos. La puesta en escena incluía percusiones africanas, cintas de ninja en la cabeza, conchas de azteca del zócalo en los tobillos, artesanías de Oaxaca, copal, tejocotes, flores de cempasúchil y cerveza.
¿De verdad se pueden juzgar las costumbres de otros países como una imposición cuando incluso quienes se esfuerzan por parecer nativos tocan como percusionistas de música electrónica? ¿Existió alguna vez La Cultura Mexicana o en algún momento posrevolucionario se caracterizó algo que se quiere hacer pasar como tal?
Si se asume que el día de muertos es una festividad nacida del sincretismo entre lo español y lo mesoamericano, ¿cuál es la razón por la que no cabría aceptar una mezcla más? ¿Acaso los niños que pedían calaverita no se la estaban pasando bien? ¿Qué daño hace un día más de fiesta?
El trick or treat (“dulce o truco”) con que los niños del malvado-vecino-del- norte piden dulces cada fin de octubre, nace de las creencias paganas: los espíritus que según la tradición original deambulaban una noche entre los vivos, eran traviesos y era mejor apaciguarlos. Los párvulos de hoy se disfrazan como aquellos espectros y profieren la misma amenaza, sólo que el precio por su calma es más barato.
Algo que los infantes mexicanos no han aprendido, es que la amenaza es todavía real en Estados Unidos: quien no da dulces amanecerá con papel de baño colgando de los árboles del jardín o huevos podridos estampados contra su puerta.
Lo que en algún momento sí hicieron nuestros pequeños compatriotas fue adaptar el dicho de los émulos de demonios: la frase “pedir calaverita” tiene muy poco que ver con la que se usa del otro lado del Bravo.
Ajenos a todo debate antropológico, los niños salieron a conseguir dulces la noche del 31 de octubre, de la mano de sus padres. Quizá la respuesta a la nostalgia nacionalista de algunos intelectuales tendría que ser dada por los adultos.
Pero el hecho de que ese día ellos también estuvieran disfrazados de esqueletos, monstruos, vampiros, espectros o indígenas me hace dudar de sus credenciales.
Ahora La duda ofende está musicalizado. Un programita bien acá del Firefox me pone aquí abajo qué estaba oyendo mientras se publicó la entrada. ¡Toma eso, MySpace!
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Now playing: Les Luthiers - Teorema de Thales
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Luis Frost
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Etiquetas: Ensayos
5 de noviembre de 2007
¡Unts unts!
El pez globo. ¡Por Dios, el pez globo!
Por cierto: ahora respondo a los que comentan. Pasa por tu respuesta a partir de la pregunta sobre el destino, en horario de oficina y con tres formas rosas debidamente selladas en la oficina de tau betelgeuse (uff, la burocracia galáctica).
Pronto estaré de vuelta a la tierra y haré un post. Pronto.
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Luis Frost
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3 de noviembre de 2007
Mientras tanto, en la jungla (de concreto)
Hoy, en Reality TV: Cuando las relaciones públicas no dan resultado. (Da click en la imagen)
Marcelo: cuando en la mañana te dicen que el tráfico fluye, están haciendo un uso creativo del lenguaje, no hablan en serio.
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Luis Frost
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Etiquetas: Surtido