26 de noviembre de 2007

Indeed


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Now playing: Klaxons - It's Not Over Yet
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15 de noviembre de 2007

Señales de vida

Tres palabras: Fin de semestre

Dos palabras: Trabajos finales

Una palabra: HELP!

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Now playing: Cradle of filth - Suicide and other comforts
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6 de noviembre de 2007

¿Qué daño te hace un día más de fiesta?

Una niña vestida como bruja de Eastwick con máscara de calavera catrina fue el primer indicio de que, en cierta forma, el espíritu del día de muertos había llegado a Coyoacán un día antes de la fecha prevista: el 31 de octubre.

Por las calles del asentamiento español más antiguo del país pululaban los niños vestidos como esqueletos, monstruos, vampiros o espectros; siempre con una calabacita de plástico que esperaban llenar con dulces, aunque en más de una ocasión les dieran un nacionalista cacahuate o pedazo de caña en vez de lo que querían.

Cada año, por estas fechas, a las expresiones de júbilo que la tradición mexicana atribuiría a los muertos que regresan para convivir con sus familias se unen los lamentos fantasmagóricos de quienes sufren por ver las costumbres locales desplazadas por la-avasallante-influencia-transnacional-que-atenta-contra-el-país.

Ya Octavio Paz dijo que los mexicanos conviven con la muerte cotidianamente y la aceptan como parte complementaria a la vida. También que en los Estados Unidos, donde se celebra el Halloween, la muerte es negada en todo momento: no se le menciona e incluso se le combate.

De alguna manera, el Halloween tiene que ver con el día de muertos porque se trata de un invento de paganos nórdicos que, al igual que los indígenas mesoamericanos, creían que había un día del año en que volvían a la tierra de los espíritus de los muertos.

Sin embargo, en la sociedad estadounidense que Octavio Paz describió, la fiesta del 31 de octubre ya había sido sanitizada y transformada en un día en que los niños salen a jugar a la calle vestidos como celebridades mediáticas o monstruos de películas de terror. Este último es el Halloween que se critica, al que se denosta como imposición de los estadounidenses.

Como reacción a él y para mantener vivas las tradiciones autóctonas, la delegación Coyoacán montó una exposición comercial frente al kiosco de su zócalo donde se ofrecían productos vernáculos de temporada: pan de muertos, chocolate, dulce de calabaza, artesanías con calaveras en poses diversas, mole oaxaqueño, café de Chiapas... y crepas y hot cakes, ahora infaltables en cada feria que se festeja en la demarcación.

Ajenos a todo patriotismo, los niños disfrazados rogaban en cada puesto que les dieran “su calaverita”, aunque sus esperanzas se desvanecían invariablemente frente al impasible rostro de un vendedor.

Imbuidos en patriotismo, los doce miembros de un colectivo artístico escenificaban para cuatro turistas extranjeros y tres visitantes mexicanos un ritual algo así como que indígena destinado a algo así como recordar a los difuntos. La puesta en escena incluía percusiones africanas, cintas de ninja en la cabeza, conchas de azteca del zócalo en los tobillos, artesanías de Oaxaca, copal, tejocotes, flores de cempasúchil y cerveza.

¿De verdad se pueden juzgar las costumbres de otros países como una imposición cuando incluso quienes se esfuerzan por parecer nativos tocan como percusionistas de música electrónica? ¿Existió alguna vez La Cultura Mexicana o en algún momento posrevolucionario se caracterizó algo que se quiere hacer pasar como tal?

Si se asume que el día de muertos es una festividad nacida del sincretismo entre lo español y lo mesoamericano, ¿cuál es la razón por la que no cabría aceptar una mezcla más? ¿Acaso los niños que pedían calaverita no se la estaban pasando bien? ¿Qué daño hace un día más de fiesta?

El trick or treat (“dulce o truco”) con que los niños del malvado-vecino-del- norte piden dulces cada fin de octubre, nace de las creencias paganas: los espíritus que según la tradición original deambulaban una noche entre los vivos, eran traviesos y era mejor apaciguarlos. Los párvulos de hoy se disfrazan como aquellos espectros y profieren la misma amenaza, sólo que el precio por su calma es más barato.

Algo que los infantes mexicanos no han aprendido, es que la amenaza es todavía real en Estados Unidos: quien no da dulces amanecerá con papel de baño colgando de los árboles del jardín o huevos podridos estampados contra su puerta.

Lo que en algún momento sí hicieron nuestros pequeños compatriotas fue adaptar el dicho de los émulos de demonios: la frase “pedir calaverita” tiene muy poco que ver con la que se usa del otro lado del Bravo.

Ajenos a todo debate antropológico, los niños salieron a conseguir dulces la noche del 31 de octubre, de la mano de sus padres. Quizá la respuesta a la nostalgia nacionalista de algunos intelectuales tendría que ser dada por los adultos.

Pero el hecho de que ese día ellos también estuvieran disfrazados de esqueletos, monstruos, vampiros, espectros o indígenas me hace dudar de sus credenciales.


Aaaaah, la multifuncionalidad. Hice una tarea para la clase de siete y mi nuevo post al mismo tiempo. Siguiente paso: hacer una tarea y un post mientras duermo. Ay, qué hora de publicación más pinche. ¿Luis Frost se irá a rescatar hora y media de sueño? ¿Se arriesgará otra vez a no llegar a la clase por la cual se desveló, convirtiendo todo su esfuerzo nocturno en una inmensa estupidez? Todo esto y más en la emocionante conclusión de Cuando la tarea no da resultado.


Ahora La duda ofende está musicalizado. Un programita bien acá del Firefox me pone aquí abajo qué estaba oyendo mientras se publicó la entrada. ¡Toma eso, MySpace!
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Now playing: Les Luthiers - Teorema de Thales
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5 de noviembre de 2007

¡Unts unts!

El pez globo. ¡Por Dios, el pez globo!


Por cierto: ahora respondo a los que comentan. Pasa por tu respuesta a partir de la pregunta sobre el destino, en horario de oficina y con tres formas rosas debidamente selladas en la oficina de tau betelgeuse (uff, la burocracia galáctica).
Pronto estaré de vuelta a la tierra y haré un post. Pronto.

3 de noviembre de 2007

Mientras tanto, en la jungla (de concreto)

Hoy, en Reality TV: Cuando las relaciones públicas no dan resultado. (Da click en la imagen)


Marcelo: cuando en la mañana te dicen que el tráfico fluye, están haciendo un uso creativo del lenguaje, no hablan en serio.

29 de octubre de 2007

Me voy....

En vista del éxito no obtenido en este planeta, he aplicado para una especie de beca en la fuerza invasora de HD 38529, donde tendré el gran privilegio de ser prisionero de las Guerras Psíquicas. Al fin tendré qué contar a mis nietos nacidos de una venusina como las del Santo.
Pasen y vean mi proposición en el muy buen blog de Chirinola.

Lo de la misantropía es para efectos dramáticos, saben que los quiero mil y nunca cambien.
Ya, el post de abajo es el bueno. ¿Será mi destino morir en Saturno?

Fin de la transmisión
bsssssssssssssssssssssss...

Extra: para todos los que siguen preguntando qué pitos quiere decir este post, la respuesta está aquí.

28 de octubre de 2007

¿Está escrito tu Destino?

Son tiempos de incertidumbre. Ya no hay bodas arregladas, vidas resueltas, amor para siempre, dogmas religiosos o certezas científicas. Nada, parece decirnos la realidad todos los días, nos sacará del despeñadero al que se dirige la civilización: ni la ciencia con su progreso para todos ni la religión con su misa de siete y su padrecito con hijos en secreto. ¿En verdad crees que hay un camino predeterminado que tu vida va siguiendo? ¿Eres un trenecito en la vía invariable del Destino? ¿El éxito o el fracaso, con escalas inútiles?
Mi problema con la noción de Destino (así, con mayúsculas) es que si existe no hay ya nada que hacer. Tu vida y la mía fueron escritas desde antes de que naciéramos por algún ente sobrehumano que observa muy divertido, con palomitas y toda la cosa, nuestros inútiles deseos por sobresalir o cómo vamos hacia la gloria que trazó cuando estaba de buenas.
Para que los horóscopos, la lectura de cartas, del café o de las hierbitas se asuman como reales, se requiere suponer que en alguna parte puede leerse lo que pasará mañana o pasado o en décadas. Tu vida está ya escrita, en estos momentos no haces más que seguir un guión del que no te puedes salir. Tu libre albedrío es un engaño. En este caso, una especie de dios es la que mueve tus hilos. (O te controla con joystick, si ya descubrió los videojuegos).

Un experimento mental entretenido: Laplace, un matemático francés de tiempos de Alejandro Dumas, dijo que si hubiera un ser que conociera la posición y trayectoria de cada partícula en el universo podría saber todo lo que pasó y pasará. La física cuántica ya demostró que no puede conocerse al mismo tiempo la velocidad y posición de las particulas, así que este demonio que encarnaba la posibilidad de saberlo todo no puede existir. Quizá esta sea la forma científica de refutar la idea de Destino, pero no lo sé de cierto (lo supongo, je). Te la dejo de tarea.

Pero. ¿Qué pasa entonces con las coincidencias? Si todo es azar y nada esta determinado, ¿por qué a veces conoces a alguien por razones sencillas y lindas, por qué las mascotas mueren al mismo tiempo que su dueño, por qué hay tanto que no podemos explicar, por qué, por qué la vida, por qué la muerte y por qué el amor? El demonio de Laplace, si existiera, no tendría sentimientos, por ser todo razón y todo predicciones y todo ciencia.

De vuelta. El arte, que sabe más que la ciencia, ha explicado todo de una manera más exacta. Dice Paul Auster en The invention of solitude, una muy buena novela, que la vida rima. Conoces a un amigo en alguna parte. Dejas de verlo por muchos años. Conoces a otra persona, entablas nueva amistad. La nueva persona es hermana del amigo de antaño. Rima. Poesía. Vida.

Como no conozco las leyes que mueven al universo, mi rechazo al Destino es sólo un acto de voluntad: quiero ser libre, quiero decidir mi vida y quiero ser feliz. Aristóteles decía que la felicidad es una actividad, no un estado: se construye todos los días con nuestros actos. No somos felices, nos hacemos felices.

No hay en ninguna parte una cosa que me diga que hacer. Porque no quiero.
Ja, ja, ja. Idiota. Hablo a través de ti, soy la cosa que ya sabe todo lo que pasa, el escritor de todos los seres humanos. Estas líneas salieron de mi pluma, ahora me estoy burlando de ti y tu lector, que está aquí sólo porque desde siempre yo así lo quise.