2 de diciembre de 2007

¿Cómo ves la vida?

Tengo dos profesores con la misma visión del mundo: ambos creen que vivimos en un país en que el gobierno hace lo que se le antoja contigo y conmigo y con todos. Comparten la idea de que las elecciones son una farsa, pues les ha tocado ver desde las entrañas del sistema político cómo se arreglan los gángsters en el poder. Aunque ninguno afirmaría que México no tiene solución, están seguros de que no nos tocará verla. Ah, y han dicho que la situación "allá afuera" (dicho desde un aula, eso significa: "en el mercado laboral", en otras palabras: en toda opción de vida que no implica manejar un taxi) está de la chingada. Cabrón. Feo. Gachisisisisisisísimo. A partir de aquí, cada uno vive de manera opuesta. Ser pesimista no es necesariamente lo mismo que ser realista, porque aunque estés de acuerdo con lo mal que está todo, puedes ser feliz al respecto. Y tras observar ambos casos, parece ser que la buena ondita es una actitud vital adecuada.

Uno es un reportero de La Jornada que imparte cada clase con el objetivo explícito de "deprimirnos, para que no nos hagamos ilusiones con la vida fuera de la universidad". Jura que sus alumnos mueren por salir en la sección de sociales del Reforma (yo quisiera ir a éstas fiestas, pero eso es distinto: mi juventud transcurrió en los raves y aprecio la compañía de las junkies). Está convencido de que una conspiración neoliberal de ultraderecha va a desmantelar a la UNAM y mandarla al carajo. Cada que nos ve nos recuerda que por más que nos esforcemos, nunca nunca nunquísima vamos a tener trabajo porque no estudiamos en una universidad privada. Considera que nos hace un favor al darnos clases y se burla de nosotros cuando no estamos de acuerdo con lo que dice, pero confunde los conceptos más básicos de filosofía política. Siempre llega tarde. No nos enseña absolutamente nada que pueda aplicarse en la realidad pero se jacta de que su clase no es como aquellas en que "sólo se ve teoría"(aunque sólo llevamos un libro en todo el semestre y en una clase teórica normal se cambia de autores al menos cada dos semanas). Como dije antes, cree que no hay ya nada que hacer y por eso estamos y estaremos jodidos para siempre. Eso provoca que muy seguido le dé por llegar de mal humor y burlarse de nosotros, que queremos hacer algo con nuestras vidas que no sea sufrir.

El otro maestro es un ex publicista que ahora se dedica a hacer campañas políticas y se jacta de jamás haber perdido una. Afirma que vino a esta vida de vacaciones. Siempre está de buenas y cada que habla de lo jodido que está el país, lo hace alegre: si no es porque se burla, es para decirnos cómo aprovecharlo a nuestro favor. Por ejemplo hubo una vez que explicó, tal cual, "cómo manipular a las minorías" para que si acabamos en el gobierno sepamos hacerlo pero también para saber cómo actuar si terminamos siendo una de esas minorías. Asegura que el gobierno nos manipula, pero no duda en ponerse como ejemplo: "antes de meditarlo, también creía que Fox tenía gran aceptación entre los mexicanos...." Sólo dos o tres veces no ha llegado al salón a la hora que empieza su clase. Asegura que la situación está de la chingada, pero que con suficiente esfuerzo siempre se logrará algo, sobre todo porque los alumnos de la UNAM estamos muy bien preparados. Es capaz de citar más de un ejemplo entre quienes han estado en sus clases y ahora le hablan de vez en cuando para ir a tomar un café. Parece creer que a todos nos irá bien, aún a los que no ganen mucho dinero: asevera que hay otras formas de ser felices.

Los dos profesores anteriores definen lo que es "el mundo" de la misma forma. Pero tienen actitudes distintas al respecto: lo que a uno le causa mucha pena, para el otro es materia de trabajo y da mucha risa. Nosotros, los estudiantes, hemos platicado tanto de ambos que ya cansamos a quienes nos escuchan (era cuestión de tiempo antes de que llegara a este blog...)

No hablaré por los demás, así que sólo puedo decir que a mí me intriga saber si este caso es prueba de que una actitud positiva trae resultados buenos en la vida. Independientemente de tonterías cuánticas y leyes de atracción en las que no creo, aquí se ve cómo creas tu realidad a partir de cómo eres: el profesor amargado siempre tendrá alumnos que lo desprecien y por lo tanto aumenten su mal humor, al otro es difícil que le mienten la madre cuando da la espalda.

Desde otra óptica, podría argumentarse que el reportero de La Jornada ha sufrido porque va contra el sistema que el publicista contribuye a crear: uno fabrica lo que el otro combate. Pero el profesor siempre-de-malas no lucha realmente contra nada: hay periodistas que han perdido todo por ciertos reportajes, para los que ser despedidos es parte del trabajo y sobre cuyas cabezas pende una cotidiana amenaza de muerte; él cubre una fuente política desde hace años y nunca ha hecho nada corrupto, pero tampoco se la ha jugado contra ese sistema que tanto critica. Lo cual no tiene nada de malo, hay cientos así y se la pasan a toda madre porque es una chamba como cualquier otra y muy bien pagada. El problema está en que no se corresponde el odio contra el sistema con la aceptación del salario con que recompensa mantenerse calladito. Los alumnos suponemos que le duele cobrar, quizá siente que se traiciona a sí mismo.

Ahí es donde la cuestión de la actitud se vuelve relevante: hay quien puede verle el lado positivo a lo más jodido y quien ve lo peor en las cosas más perfectas. Parece ser que eso no tendría nada de malo si no fuera porque la víctima en cada caso es uno mismo. Por eso no he podido dejar de pensar, aunque siempre consideré que el pesimismo es tan sólo optimismo bien informado, ¿tu futuro depende de cómo tomas la vida? ¿Al ser pesimista construyes tu propio infierno?

Luis Frost ha vuelto, después de dos semanas explorando los efectos de la privación del sueño en el cuerpo humano. Las alucinaciones son divertidas, si no fuera por el dolor de cabeza y la sensación de zombie, recomendaría que te aventaras treinta horas sin dormir sólo para probar el efecto.
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Now playing: Garbage - I'm only happy when it rains
via FoxyTunes

4 comentarios:

Lilith dijo...

Si si, a lo mejor es lo menos importante pero no me importa, me llama la atención la frase en que "pasaste tu juventud", como si fuese en pasado...

En cuanto a tus profesores, supongo que cada uno está donde quiere y donde puede.

Anónimo dijo...

La actitud lo es todo, planteale un problema a alguien que siempre se le cierra el mundo, y al que siempre anda por ahi sonriendo y viviendo más light, por asi decirlo, encontrará solución el optimista, el light...

En este mundo tenemos de dos, o nos va bien o nos va mal, mentira que tenemos lo que merecemos etc, etc, con esfuerzo y trabajo se tiene lo que se puede, pero ese no es el punto, hay quienes pueden tener 2 o 3 trabajos y son felices con lo poco o mucho que ganen... y vuelvo a lo mismo, lo que importa es LA ACTITUD!!!

No hay nada mejor que el ejemplo que acabas de dar con tus maestros, y siempre es mejor ver el vaso medio lleno... :)

Saluditos...

Luis Frost dijo...

lilith:
ja, ja, ja...
lo peor es que ni cuenta me di. què triste, me estoy entregando a la vejez...

anònimo:
¿què màs puedo decir?

Señorita Molino Rojo dijo...

Tzun Su Dijo "la Mejor Batalla Se Logra Sin Pelear". ...

Confucio Dijo "Saber que se sabe lo que se sabe y que no se sabe lo que no se sabe; he aquí el verdadero saber."