6 de junio de 2008

Historia de una pifia

1
Entre los temas irrelevantes de plática de esa mañana estuvo que un mexicano ganó en Cannes con la pinche historia mamila del letrero y el publicista. Alguien dijo que los franceses premian cualquier cosa y yo recordé que Roger Ebert dijo en alguna de sus reseñas que en Cannes ganaría hasta un director ciego.
Después del clásico y nunca ejecutado "mandemos un corto ora sí" cada quien regresó a vegetar a su pedacito de universo. En algún momento entre el café, la galleta y los titulares de la mañana pensé que después de todo si ese menso ganó, y con esa historia, quizá sea ya el momento de grabar. Pero qué hueva y lo mío lo mío son los videoclips. Más café, adios a la galleta, hola estupor académico. Mañana, tarde, noche...

2
Dicen en el portal de algún periódico, posiblemente el Reforma, que la historia del corto no fue original. Worales con su investigación periodística, al rato van a descubrir que La Sirenita era un cuento antes que una película. ¡El Premio Nacional de Periodismo, qué bárbaros!

3
No hay alarma que me levante, siempre acabo por convertir su tonadita en suave rumor dentro de sueños que incluyen agua o viento o vuelo. Lo único que puede conmigo es el timer de la tele, con Loret de Mola incluido; el noticiero es maravilloso despertador porque entre los bsbsbsbs y blablabla que te llegan de aquel lado del sueño se cuelan suficientes pendejadas como para que pongas atención y abras los ojos. Esa mañana algo así como "y entonces pido disculpas a mi auditorio por pasarme con el chavo del corto.... bsbsbsbsbs .... ¿entonces no va a demandar, señor don autor del corto español? Hombre, que esa historia es de lo más conocido... bsbsbsbs.... O, ts es que a mi amá le llegó el mail desde hace como tres años y ta re lindo, uno se reteinspira harto.... bsbsbsbs.... nos han escrito muchos publicistas para decirnos que esa fábula es muy conocida en el medio, Ogilvy la menciona en su libro publicado en los ochenta... bsbsbsbs... que no era en Cannes lo que se dice Cannes sino en un festival que algo así como la escuela primaria urbana federal Jean Jacques Rousseau organiza al mismo tiempo para llamar la atención... bsbsbsbsbs..." zzzzzzzzzzzzz
¿Eh? ¿Que ya son las qué!
...

4
Tres pinches días para darse cuenta de que, duh, la fabulita (tierna pero oh so chafa) era conocida ampliamente por todo un gremio. Tres días tres para que los periodistas, que se supone estudian junto a los publicistas y trabajan más o menos cerca de ellos, se enteraran de la pendejada que hacían. Los publicistas lo tomaron con sentido del humor, nada como ver a los taraditos de la tele boxear con su sombra. Tómenla por andar dando vuela a noticias irrelevantes, me voy al New York Times, ¡se quedan en su trampa, zoquetes!

5
Casi sin querer fui testigo de cómo se da vuelo a una mentira sin que alguien haga algo hasta tres días después y usted disculpe. Pues por mí chido, pero ¿cómo hacerle para volver a confiar en ustedes? Si no pueden caminar la larga distancia que separa la redacción de la oficina de publicidad, ¿cómo creerles que en una nota, cualquiera, que requiere más que preguntar a los del piso de arriba, van a tener información certera?

6
zzzzzzzz... "bsbsbsbs.... no, el narco no nunca no.... bsbsbsbsbs.... pero a quién le creemos... bsbsbsbs.... pero los muertos.... bsbsbsbsbs.... es que vamos ganando, aunque no lo parezca.... bsbsbsbsbs" ...zzzzzzzzzzzzz

7
En algún lugar de la Sierra de Sinaloa alguien, divertido, grita: ¡se quedan en su trampa, zoquetes!