9 de julio de 2007

¿Cuánto van a durar tus recuerdos?

No sé cuánto dura la memoria, pero sí que no es suficiente tiempo. ¿Puede haber algo más frustrante que no poder recordar cada detalle del mejor periodo de tu vida por más que te esfuerces y aprietes los ojos; cuando sabes que ese recuerdo ahí debe estar; peor aún, estás seguro de que hace muy poco tiempo eras capaz de enumerar todos los pormenores sin problemas?
Quizá sea peor no tener ni para comer, creer en el gobierno o escuchar a RBD; pero saber que cada segundo se está perdiendo una parte de tu vida es suficientemente preocupante como para estar en el top 7 de las peores cosas que pueden pasarle a un ser humano.
Porque si lo piensas de cierta forma la vida está hecha exclusivamente de memorias. El futuro no ha llegado. El presente no existe porque lo que está sucendiendo ya dejó de ser (cuando acabes de leer esto, ya no serás el mismo). Por lo tanto sólo existe el pasado, que cómo sabrás está hecho sólo de recuerdos.
Entonces, quedamos en que tu vida y la mía no son más que una colección de remembranzas. Y en que cada momento que pasa tu pobre cerebro, cuyo espacio en disco es bastante limitado, tiene que deshacerse de algo. Adiooooos. El color de la ropa de la persona con la que tuviste sexo por primera vez acaba de borrarse de tu mente (sobre todo si la ocasión incluyó vodka al 2x1 y la suave obscuridad de la noche... aunque en ese caso, quizá nunca registraste tal color... es más, ahora que lo pienso, en esa circunstancia quién se anda fijando en el pinche color de la vestimenta).
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(ya, deja de pensar en eso)
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Bueno... El punto es que toda tu vida está construida con recuerdos, e incluso los importantes se degradan poco a poco. No sé por qué pasa eso, y parece que la ciencia tampoco está muy segura de cómo funciona nuestra cabeza. Pero una forma menos pesimista de ver las cosas respondería que si olvidas algo es porque encontraste algo mejor que lo remplace. De otra forma, estaríamos atrapados en el pasado, sentados siempre frente a la computadora escuchando música de otra época, invariable y tristemente mejor que la actual.
Así que ¡anímate! Cuando la vejez te haya alcanzado, rebasado y dejado mentando madres en la lateral de la vida, estarás sentado en una mecedora del futuro contando a una jauría de chamacos cómo era la vida antes de que volaran los coches: en los tiempos de Internet, Hugo Sánchez y los blogs. Lo contarás todo mal, pero no dejarás de lado lo importante. No vas a saber de qué puto color era la ropa de tu primer amor carnal, pero sí que esa noche sus ojos te vieron como no sabías que era posible.
mmmm... creo que esa historia no se le cuenta a los niños. Mejor háblales de los Simpson.

Video de la canción que trajo tanta nostalgia al autor de este post.

Y lo de la vida hecha de memorias es idea de San Agustín, por supuesto que a mí no se me ocurriría. Él lo explica bien lindo, con música y toda la cosa, entre los capítulos 14 y 28 del libro XI de
Las Confesiones. O puedes revisar El inmortal de Borges, que es algo más breve.

12 comentarios:

Anónimo dijo...

En la secundaria, guardaba muchísimas porquerías que me recordaban algo... un intento por no olvidar. Ahora, dejando de lado los fetiches, empato contigo. Lo importante no se olvida; se llena de detalles que sólo para nosotros son importantes y que serán estupendos adjetivos cuando contemos nuestra vida a pequeños niños...
Mariana

Luis Frost dijo...

aaaa
yo todavía tengo una caja llena de cartitas y papelitos....

macebra dijo...
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macebra dijo...

Y por cierto, van a durar hasta que uno tenga memoria, pero realmente uno no puede saber hasta cuando pasará, es algo ilógico, es algo sin explicación, es algo sin sentido, no se sabe, pero hay momentos que uno nunca olvida, el primer amor, la primera vez, el nacimiento de un hijo, son cosas que se llevan en el corazon, porque todo lo que amamos por mas que duela, es mas facil recordar, en mi caso que el daño que alguna vez pude haber recibido de alguien... ahora si, ya me voy... ciaoooo
P.D. ojala duren los recuerdos para siempre!!! tqm

Anónimo dijo...

y eso pasa porque la mente también sabe de utilidad. Sólo recordamos lo que de alguna forma creemos nos será importante a futuro: las miles de estupideces que algún día nos causaron risa, las piedras con las que tropezamos, los nombres de quienes tuvieron algún efecto en nosotros... No sé. Y mira cómo es la vida, que del color de su ropa sí me acuerdo.

Luis Frost dijo...

mmmm...
pues la verdad yo también medio me acuerdo. es que primero escribí "el color de las cortinas" pero como que estaba más complicado; además creo que es muy posible que ni hubiera de ésas (tal vez ni paredes)

Pau* dijo...

Hace unos días, mucho antes de leer este blog (llamémoslo "linda coincidencia") pensé en el recuerdo más viejo que podía traer de nuevo al presente... Recordé mi primer día de clases de toda la vida, y después a mí sentada en el filo de un escalón en el patio trasero de mi casa jugando con el agua y unos juguetes que Dios sabe dónde estarán ahora... 3 años creo que tenía

Supongo que mi carga genética me benefició con buena memoria (no así con la calidad de mi sistema respiratorio)y sin embargo creo que los recuerdos hacen la mitad de la vida. Me atrevo a pensar que el presente sí tiene su muy importante "peso específico", el justo momento donde realmente tienes poder (si quitas las numerosas circunstancias que te orillan a tomar una decisión).

Ahora que navegas mucho bájate "Abre los ojos" una buena peli para seguir cabilando sobre la memoria y para ver a Penélope Cruz en cueros...

Y cuídese, que la tierra se anda tragando los coches.

Pau* dijo...

Hace unos días, mucho antes de leer este blog (llamémoslo "linda coincidencia") pensé en el recuerdo más viejo que podía traer de nuevo al presente... Recordé mi primer día de clases de toda la vida, y después a mí sentada en el filo de un escalón en el patio trasero de mi casa jugando con el agua y unos juguetes que Dios sabe dónde estarán ahora... 3 años creo que tenía

Supongo que mi carga genética me benefició con buena memoria (no así con la calidad de mi sistema respiratorio)y sin embargo creo que los recuerdos hacen la mitad de la vida. Me atrevo a pensar que el presente sí tiene su muy importante "peso específico", el justo momento donde realmente tienes poder (si quitas las numerosas circunstancias que te orillan a tomar una decisión al final puedes hacer lo que te plazca).

Ahora que navegas mucho bájate "Abre los ojos" una buena peli para seguir cabilando sobre la memoria y para ver a Penélope Cruz en cueros...

Y cuídese, que la tierra se anda tragando los coches.

momo dijo...

Los recuerdos van y vienen; las más de las veces no está en el control de uno decidir cuándo se archivan o cuándo regresan al conciente.

"Los recuerdos son lo único que me queda" dice una indignada Carmen Maura en "La ley del deseo".

Ya pon otro post.

PD. La de acá arriba repite sus comments para llamar la atención

Patricia Ordaz dijo...

¿Se me permite ser banal? ¿sabes qué es lo que odio olvidar? Los detalles de todo lo que pasa en un concierto…soy fan de irme a meter en un estadio, en un foro, auditorio o lo que sea con un montón de desconocidos para cantar, gritar y observar minuciosamente cada detalle de lo que ocurre en el escenario…pero, se prenden las luces y apenas unos minutos más tarde los detalles desaparecieron, es como despertar y no acordarte exactamente de lo que estabas soñando…y me frustra.

Gracias por darme algo interesante en que pensar, y bien por los Pixies que me encantan. Por cierto, ya olvide donde ví por última vez Las confesiones, tengo que ponerme a buscarlo…

Anónimo dijo...

yo quiciera que los recuerdos duraran tan poco, como un instantante de luz ante tus ojos, que la mente no recordara que ayer fue pasado, y ahaora es presente, peor invariablemnete le hombre vive de los sueños y el recuerdo.. una beso

Elizabeth García dijo...

Hola
Siempre he pensado que la vida está hecha de recuerdos que nos hacen felices y en algunas ocasiones no tanto, pero creo que siempre será grato recordar y aprender de nuestros errores, suspirar cuando vemos una foto de un feliz momento o una carta de amor guardada en el baúl de los recuerdos, que nos hace pensar en las victorias y derrotas, de las veces que hemos caído y de las que nos hemos levantado.
Qué sería de nuestra vida sin todos esos pasajes de nuestra vida que se contruyen día a día.

saludos